A la extraordinaria calidad del guitarrista Pedro Ortega se unía una potente sección rítmica apoyada en el bajo de Miguel Ángel Sinobas y reforzada con la pegada de Said Elkahalloufi en la batería, la sutileza de Julián Rodríguez en los teclados y la personal y potente voz de Mari Carmen Solinís
Marisa Carrio
metaljournal.com